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¿Qué son las Asociaciones de Apoyo?

Las Asociaciones de Apoyo a Oikocredit son colectivos de personas voluntarias constituidas legalmente en forma de asociaciones sin ánimo de lucro. Los socios y socias de estas asociaciones llevan a cabo tareas de sensibilización y difusión de la misión de Oikocredit y son una parte muy importante de la organización. Las Asociaciones de Apoyo son socias directas de la cooperativa Oikocredit Internacional, y como tales, representan en ella a todos sus socios y socias de España. Actualmente existen 3 Asociaciones de Apoyo: País Vasco, Catalunya y Sevilla.

También existe un grupo de voluntariado activo en Madrid (puedes encontrar más información sobre este grupo y sus actividades en: www.madrid.oikocredit.es).

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[Blog] Invertir en Comercio Justo es impulsar cambios en el Sur.

[Blog] Invertir en Comercio Justo es impulsar cambios en el Sur.

96433325_10158316897777152_501946415497347072_n.jpgviernes, 13 de mayo de 2022

Joseba Larriba, Coordinador de Oikocredit Euskadi, comparte su aterrizaje en la entidad y como fue descubriendo el papel clave que juega en el desarrollo del Comercio Justo.

Cuando llegué, hace 5 años, a Oikocredit me sorprendió mucho el papel clave que juega en el Comercio Justo y lo desconocido que es.  

Lo cierto es que había pasado mil veces por Kidenda, donde tenemos la sede social, pero jamás me había parado a preguntar por lo que hacía Oikocredit y eso que me había cruzado infinidad de veces con el voluntariado de Oikocredit ya que allí donde esta el espacio en el atendemos a las personas socias.

A la hora de explicar el Comercio Justo, las personas que hemos trabajado tiempo sensibilizando a personas y colectivos sobre el movimiento del Comercio Justo, solemos cerrar la cadena de valor del Comercio Justo en el nexo entre los productores y consumidores, es decir, entre la que produce el café y el que lo consume; sin pensar que para comprar maquinaria o construir un beneficio para procesar ese café se necesita mucho capital y que es necesario para las cooperativas recurrir a préstamos.

Es donde surge la importancia de la persona inversora, pero que al tratarse de dinero, no sé si por pudor o por desconocimiento no se pone en valor su labor.

Joseba Larriba celebrando el Día Mundial del Comercio Justo desde casa en 2020

Al entrar en Oikocredit, descubrí una entidad muy sólida, que lleva desde el año 1978 impulsando el comercio justo con apoyos a largo plazo, ayudando en el trabajo de desarrollar de una manera positiva las comunidades rurales de los países del Sur.

De esta manera, descubrí que detrás de esos cafés, chocolates, tés y de esas cooperativas de Comercio Justo que veía en las estanterías e incluso vendía como voluntario de Kidenda, están el trabajo de Oikocredit y el trabajo de miles de personas inversoras.

Me alegró saber que en 1978, el año en que nací, en uno de sus primeros prestamos de Oikocredit, la cooperativa apoyó financieramente al Fondo Ecuatoriano Populorum Progresio, FEPP, que a través de Camari, produce las materias primas de muchos de los productos de las estanterías.

También que había colaborado en el impulso a la Revolución Dulce de Manduvirá en Paraguay, o que un clásico del Comercio Justo como Aldea Global, que está detrás de muchos de los exquisitos cafés de Tierra Madre de Oxfam también cuente con su apoyo, con su enorme carácter empoderador de la mujer.

Al profundizar más en como Oikocredit trabaja en Comercio Justo, encontré, googleando una publicación, en la que se recoge la historia de la colaboración con el Ceibo de Bolivia y mientras disfrutaba de un taza café la leí con detenimiento.

El Ceibo, es una cooperativa opera en las provincias de Suyungas, Caravani y Laricaja, en la región del Alto Beni de la Amazonía. Sus productos los puedes encontrar muy fácilmente en las estanterías de las tiendas de Comercio Justo.

La relación entre Oikocredit y El Ceibo, comenzó en 1977 practicamente desde la constitución El Ceibo. Esta surge para comercializar cacao orgánico y proteger a los productores locales de los precios injustos.

Poco después de su constitución, recibieron el préstamo de Oikocredit, por 80.000 USD. 11 años más tarde, en 1987, El Ceibo fue acreditado con la certificación de Comercio Justo, y una década más tarde recibió su segundo préstamo de Oikocredit, por 250.000 USD.

En 2001, El Ceibo recibió un tercer préstamo de Oikocredit, por 682.000 EUR, que fue posteriormente convertido a dólares americanos debido a los riesgos cambiarios. Ese mismo año se construyó una fábrica de chocolate en El Alto, el cinturón de pobreza que rodea la capital boliviana de La Paz. La fábrica producía inicialmente productos de cacao como bizcochos, licor y mantequilla, para mercados locales e internacionales.

Posteriormente en 2007, Oikocredit otorgó otro préstamo de 800.000 USD, con el que el Ceibo compró la maquinaria necesaria para producir chocolate. Es entonces cuando la cooperativa comenzó a producir bajo su propia marca. Sus productos no solo son vendidos en el mercado local, sino que también son exportados a Francia, Italia, Suiza, Alemania, Japón y los Estados Unidos.


En 2009, finalizó esta colaboración financiera de 21 años entre la Cooperativa El Ceibo y Oikocredit. En ese momento, el gobierno de Bolivia ofreció un préstamo a la cooperativa y con ello se cerró el intercambio financiero pero no la cooperación entre entidades. Es que cuando hay organizaciones locales, en este caso el gobierno, que pueden otorgar préstamos adecuados a las organizaciones, el papel de Oikocredit desaparece. Sin embargo, El Ceibo continua siendo organización socia de Oikocredit en la actualidad.

Cuando ves ese acompañamiento, a largo plazo, que no solo queda en los préstamos sino que también se colabora en la capacitación técnica y la generación de capacidades, hace que el trabajo de Oikocredit tenga totalmente sentido.

Además, en estos años que he estado en Oikocredit, pude compartir mesa y mantel con el presidente de FAPECAFES, Vinicio Martínez, y el controlador de calidad, José Apolo,de Fapecafes de Ecuador, socia de Oikocredit en Ecuador, en un roadshow en el que nos visitaron en 2018.

La casualidad hizo que por primera vez pudieran tener en sus manos un producto suyo empaquetado, aunque lógicamente lo habían visto muchas veces en fotografias. Les saqué esta foto en la que se notan se sus caras mostraban una satisfacción y un orgullo de un trabajo bien hecho.

Sin título

Todo este trabajo de Oikocredit de apoyo al comercio justo no puede ser posible sin el apoyo de miles de personas inversoras para las cuales el dinero tiene otro objetivo que es transformar el mundo y en este caso crear relaciones justas para los productores de café, té, cacao, algodón… Es por todo esto que en un día como hoy podemos decir con alegría que  #somoscomerciojusto.

 

 

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